Ya en Montevideo, después de dormir pocas horas en el barco, preparo mi bicicleta y salgo con destino Piriapolis. Dejo la ciudad por la madrugada, es de noche y no hay nadie en las calles, parece una ciudad fantasma.
Ya en la ruta voy cargadito pero a buen ritmo, haciendo las paradas obligatorias para desayunar y almorzar. Faltando 30km llegaron las subidas y mi infaltable amigo (pensé que lo había dejado en el norte) el viento en contra.
Después de 7 horas cumplí el tramo mas largo de este viaje los 120 Km que separan Montevideo de Piriapolis.
La llegada fue tan emotiva como la partida, día nublado y las calles vacías. Ahora a buscar camping, armar la carpa y una buena ducha calentita para recuperarme de la pedaleada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario